A partir de 1915 se comenzó a construir una serie de estructuras de hormigón a lo largo de las costas británicas como las que veis en la imagen, los espejos de sonidos. El objetivo era tratar de detectar lo aviones enemigos antes de que el RADAR se comenzara a usar de forma generalizada para ese propósito.
La mayoría de los espejos de sonidos son enormes estructuras de hormigón en forma de plato inclinadas ligeramente hacia el cielo. Los sonidos de los motores de los aviones se reflejaban hacia un micrófono situado de forma que permitía al operador calcular la distancia y dirección de la amenaza. En la imagen se ve también una gran pared curva de cerca de 60 metros de longitud que se construyó con idéntico propósito, dado su gran tamaño era capaz de detectar aviones a más de 30 kilómetros de distancia
