miércoles, 21 de octubre de 2009

¡Sanguijuela!

En Septiembre de 2001, en Tasmania (Australia), Peter Alec Cannon y otro hombre entraron en casa de la señora Olson, de 71 años de edad, encapuchados y con palos. Forzaron a la dueña de la casa a abrir la caja fuerte y escaparon con algunos cientos de euros. Cuando la Policía llegó a investigar encontraron una sanguijuela en la escena del delito. Decidieron tomar una muestra de la sangre que había consumido para analizar su ADN.

En 2008 Peter Alec Cannon fue acusado de un delito relacionado con el tráfico de drogas. Su ADN resultó coincidir con el contenido en el cuerpo de la sanguijuela y admitió que participó en aquel robo.