El dirigente socialista Indalecio Prieto narra como fue recibido en Écija por compañeros socialistas que no comulgaban con sus ideas, en Mayo de 1936:
En Écija, ni a González Peña, ni a Berlamino Tomás ni a mí se nos permitió hablar. De Écija fuimos expulsados a tiros por nuestro propios correligionarios, tres diputados socialistas.También cuenta como un policía y el jefe de la Guardia Municipal de Carmona, revólver en mano, de pie en los estribos de su automóvil y cubriendo con su cuerpo las ventanillas del coche, lograron abrirle paso hacia la carrtera de Córdoba. Mientras tanto, muchachos de las Juventudes Socialistas protegían su retirada con el fuego de sus pistolas ametralladoras.
Este es el ambiente idílico que se respiraba durante la Segunda República. Y de ese ambiente considera Zapatero que nuestra democracia es heredera.
¿Es Zapatero un ignorante o desea un partido cuyos integrantes resuelvan sus diferencias a tiros?