lunes, 31 de marzo de 2008

El dinero público no es de nadie

Lo dijo la ex-ministra española de cultura, y conforme a esa frase parecen actuar todos los políticos del mundo. Les da igual que ese dinero venga del esfuerzo de los contribuyentes y que éstos lo necesiten para pagar la hipoteca, concederse algún capricho o, simple y llanamente, para comprar comida.

El gobierno escocés ha gastado 125.000 libras (158.000 euros o 26 millones de pesetas) en cambiar el eslogan promocional de Escocia. El anterior era algo así como "EL MEJOR PEQUEÑO PAÍS DEL MUNDO", no demasiado brillante, una más de tantas frasecitas bobas que se utilizan en los anuncios turísticos. Dudo de su utilidad, pero parece que alguna hay que poner.

Después de invertir esa cantidad de dinero es de esperar un eslogan impactante o, al menos, original. Los cerebros de la publicidad habrán creado una maravilla, una frase que te haga desear conocer Escocia. Pues no estoy tan seguro, la frase elegida y pagada es... "WELCOME TO SCOTLAND". O sea, "Bienvenido a Escocia". Exacto, lo mismo que puedes encontrar al entrar en un pueblo cualquiera.

Hay una serie de eslóganes adicionales como "El hogar de la comunidad de ciencias de la vida que crece más rápidamente de Europa", ¡guau!, y también algunos particulares para una determinada región o ciudad, así Edimburgo será la "Primera ciudad de la literatura de la UNESCO".

Pero, ¿cuál es el motivo del cambio? Sencillo, el Primer Ministro, Alex Salmond, quiere cambiar el eslógan promocional anterior porque lo hizo su predecesor, Jack McConnell. Según Salmond el anterior era muy triste. Ahora viene él a... ¿defender la alegría?