lunes, 10 de marzo de 2008

Miremos el lado bueno

Capítulo 1: el Partido Popular

El PSOE ha ganado las Elecciones Generales de Marzo de 2008 con el 43,65 % (con el 99,86 % escrutado) de los votos y ha obtenido 169 escaños en el Congreso de los Diputados. Al PP lo ha votado el 40,13 % de los ciudadanos que han acudido a las urnas y como resultado los populares ocuparán 154 escaños en la cámara baja.

La primera reacción es inmediata, cagarse en todo. Una legislatura más de Zapatero será pésima para España en todos los aspectos y eso no tiene vuelta de hoja. Serán cuatro años nefastos para España como nación, para las libertades de los españoles y, sobre todo, para los que no comulgamos con el ideario del partido en el poder. Nos esperan unos años difíciles de verdad. Sigo sin poder entender porqué el descalabro de Zapatero no ha sido monumental, no me cabe en la cabeza que varios millones de españoles refrenden con su voto que el gobierno asuma que ETA sigue en tregua después de dos asesinatos. No entiendo como esas personas quedan satisfechas cuando desde el gobierno y el PSOE se niega que se siga hablando con los etarras cuando se está haciendo. Es triste, pero España merece un gobierno que miente.

Pero creo que podemos analizar los resultados con esperanza, con esperanza de que este infame Presidente desaparezca cuanto antes de la vida política española. A lo largo de esta semana analizaré los resultados del PP, los del PSOE, los dos grandes fracasos de Rodríguez Zapatero y las perspectivas para los años que se avecinan.

A día de hoy el Partido Popular es ,desgraciadamente, la única alternativa posible al gobierno de Zapatero. El PP ha subido entre 5 y 6 escaños (con más del 99 % escrutado sigue bailando el escaño 154) con respecto a las elecciones de 2004. En porcentaje de voto ha subido un 2,42 % siendo el partido con mayor subida. Lo mismo sucede si nos fijamos en el número de votos, el Partido liderado por Mariano Rajoy ha recibido 400.000 nuevos votos (frente a cerca de 40.000 del PSOE), más que ninguna otra lista presentada al Congreso.

Así pues el Partido Popular es, se mire por donde se mire, la fuerza que más confianza se ha ganado entre los españoles desde el 14 de Marzo de 2004. Y esto tiene un mérito añadido si reflexionamos sobre las condiciones en las que ha tenido que trabajar ese partido. Por un lado tenemos la aplastante mayoría de la izquierda en los medios de comunicación, sobre todo en las televisiones. El Partido Popular tiene complicado transmitir su mensaje y, además, está expuesto a la manipulación mediática sin apenas posibilidad de defensa. TVE1, La 2, Telecinco, La Sexta, Cuatro, TV3, ETB1, ETB2, TVG... se encargan de deformar la realidad, ridiculizar al Partido Popular y transmitir mensajes próximos al ideario socialista y/o nacionalista en cuanto se les presenta ocasión.

Y por otro lado tenemos un gobierno empeñado en hundir al primer partido de la oposición utilizando todos los resortes que tiene a mano. Un gobierno que se preocupa más de criticar al Partido Popular que de desempeñar su labor. Un gobierno cuyo objetivo principal al comenzar la legislatura era el reducir al PP a partido comparsa sin posibilidades de volver al poder. Y la situación se presenta más negativa si pensamos que todo el resto de partidos del arco parlamentario tenía también ese objetivo.

Rodríguez Zapatero comenzó un proceso de eliminación del PP apoyado por un elenco de televisiones y por todo el resto de partidos políticos. Un proceso al que se le unieron una serie de artistas e intelectuales con la intención de hacer desaparecer al primer partido de la oposición de la vida política. En esas circunstancias el Partido Popular es el partido que más apoyo ha conseguido recabar en esta legislatura. Frente al gobierno, frente a todo el resto del Parlamento, frente a las televisiones. Impresionante, el PP de Rajoy ha hecho un estupendo trabajo.

Por todo esto creo que el PP puede hacer una lectura positiva de sus resultados. Y por los mismos motivos creo que los que queremos a ZP fuera del poder podemos estar medianamente contentos. Pero el Partido Popular tiene que hacer lo que esté en su mano para suavizar el ambiente hostil en el que tiene que moverse. Un ambiente que, en lo referente a los medios, se labró él mismo.