lunes, 10 de marzo de 2008

Miremos el lado bueno

Capítulo 2: el Partido Socialista

El PSOE ha ganado las elecciones con un 43,36 % de los votos escrutados lo que le ha dado 169 escaños en el Congreso. En las anteriores generales obtuvo 164 escaños con un 42,64 % de las papeletas. Es decir ha obtenido 5 nuevos escaños y ha aumentado el porcentaje de voto un 0,72 % frente al 2,21 % del Partido Popular.
En cuanto al número absoluto de votos ha crecido en 155.000 votos (está cifra no para de bailar porque los periódicos de Internet están haciendo el ridículo cambiando incluso el número de votos del 2004). El PP ha obtenido 540.000 sufragios más que en 2004. Así pues la distancia en votos ha pasado de ser de 1.279.175 en 2004 a ser de 894.551 en 2008, aproximadamente 385.000 votos menos de diferencia. Para un partido que ha puesto todo su empeño en eliminar al PP del Parlamento utilizando su aplastante mayoría mediática y todos los resortes que le ofrece el poder perder ventaja es un rotundo fracaso. Pero los fracasos de ZP los dejo para mañana.

Lo más importante es de dónde han salido los votos del PSOE. Evidentemente la clave está en Cataluña donde el PSOE ha obtenido 4 nuevos escaños de los 5 que ha perdido Esquerra Republicana de Cataluña. Es decir, una buena parte del electorado independentista radical de extrema izquierda ha considerado que el PSOE le representa bien, incluso mejor que ERC. ERC ha perdido cerca de 350.000 votos, ¿cómo se han repartido esos votos? En esa comunidad autónoma sólo ha aumentado en número de votos el PSOE, así que es fácil deducir que una gran mayoría de ellos han ido a parar a los socialistas. En resumen, la política de caricias al nacionalismo catalán le ha reportado a ZP 350.000 votos de nacionalistas radicales de extrema izquierda.

El PSOE ha recibido también muchos votos desde Izquierda Unida, es decir, los comunistas o similares han visto en Rodríguez Zapatero a un buen defensor de sus ideas. IU ha perdido 3 escaños y 320.000 votos que no es difícil pensar que han ido a parar al Partido Socialista. O sea, que el PSOE ha recibido de la extrema izquierda 320.000 nuevas papeletas.

Por último, el PNV ha perdido cerca de 120.000 votos que, si vemos los resultados en el País Vasco, es fácil deducir que también han ido al PSOE. El PNV es un partido de votante peculiar en el sentido de que lo vota gente realmente dispar, incluyendo no nacionalistas. Por eso esos 120.00 votos los dejo fuera del análisis.

En resumen, ZP ha obtenido cerca de 670.000 votos de la extrema izquierda y del nacionalismo más radical. Si su saldo total es de 155.000 votos nuevos es que Rodríguez Zapatero ha perdido votantes de ideología más moderada, concretamente 670.000 - 155.000 = 515.000 papeletas. Cerca de medio millón de votos que se le han escapado por el centro y han ido al PP, a UPD o a la abstención.

Mientras tanto los dos partidos que han obtenido representación parlamentaria que claramente defienden la unidad de España y la igualdad entre regiones, es decir, UPD y el PP han ganado respectivamente 300.000 y 540.000 votos, 840.000 en total. Es decir, 515.000 personas que creen en España han decidido quitar su apoyo a Zapatero y 840.000 han apoyado a partidos que defienden sin ambages el marco constitucional.

Buena parte de los votos que han mantenido en La Moncloa a Rodríguez son de la extrema izquierda y del independentismo más extremo, lo que le coloca en una situación muy frágil. Si no quiere perder esos votos prestados tendrá que seguir satisfaciendo a esos votantes y eso hará que continúe la pérdida de votos por el centro. Un acercamiento a la izquierda moderada le quitará los votos más extremistas. Zapatero se encuentra en un equilibrio inestable. Además, esta legislatura cuenta con un buen catalizador de la salida de votos por el centro del PSOE, pero eso lo analizaremos más adelante.