martes, 11 de marzo de 2008

Miremos el lado bueno

Capítulo 3: los dos grandes fracasos de Zapatero

Cuando Rodríguez Zapatero se encontró con que le había llegado desde Atocha la Presidencia del Gobierno de España se planteó como uno de los principales objetivos de su legislatura el reducir al Partido Popular al mínimo posible. Que su presencia en el Parlamento fuera meramente testimonial, una comparsa sin posibilidades de hacer peligrar su mayoría absoluta. No era un objetivo nuevo, llevaba varios años tras él. Pero con el Gobierno en sus manos las posibilidades se multiplicaban.

El PSOE y el propio Gobierno pusieron toda su maquinaria en funcionamiento. Y esa maquinaria es gigantesca. Sólo en lo referente a medios de comunicación cuentan con las televisiones públicas, tanto las generales, TVE1 y La 2, como varias autonómicas (TVG, TV3, Canal Sur...). Otras autonómicas llevan varios años en la misma labor, sobre todo la ETB, y ayudan en la misión. A ellas unieron dos nuevas televisiones que concedieron a sus allegados, Cuatro y La Sexta. Así, en la televisión el PSOE se hizo con una aplastante mayoría frente a un Partido Popular que no tienen una sola televisión general que defienda sus ideas. El diario EL PAÍS siguió, como era de esperar, trabajando para hundir a los populares y en ningún caso para criticar la labor de gobierno. Se le unió el diario Público. En cuanto a la radio, la SER siguió en su línea y no olvidemos que, incluso si más gente oyera otras radios, es y será la radio más escuchada de España mientras controle el EGM. Radio Nacional exactamente igual, crítica a la oposición, no al gobierno.

A nadie se le escapa que la influencia de los medios de comunicación es tremenda. Pero es que además el Gobierno socialista ha utilizado sin dudar absolutamente todo lo que ha tenido a mano para conseguir ese objetivo. Y ha contado con el apoyo de todos los grupos parlamentarios, a excepción del PP obviamente. El Congreso se ha utilizado como un teatro, pasean y vean como el PP se opone a todos los demás, como está aislado, como sin él todo sería más fácil, como crispa.

Y en la campaña de eliminación del PP han ayudado también jueces, presuntos artistas, presuntísimos intelectuales, sindicatos, jovenes con ganas de dar palizas, rectores de universidad... Incluso han utilizado leyes para tratar de relacionar al PP con la dictadura franquista. Alguien podría recordarles qué partido tuvo ministros con Primo de Rivera, más que nada para que aprendan algo.

Utilizando todo eso sin miramientos el Partido Popular ha ganado la confianza de más españoles en estos cuatro años que el Partido Socialista. Evidentemente ha sido un espectacular fracaso. En cuanto al partido liderado por Mariano Rajoy, enfrentarse a un gobierno que utiliza su casi infinito poder para tratar de liquidar a un solo partido y salir reforzado es un auténtico logro, y el PP lo ha hecho.

El otro fracaso de Zapatero ha sido el no obtener la mayoría absoluta, que era lo que se derivaba de reducir al PP a la nada. Pero ese fracaso tiene además una importante vertiente emocional para toda la secta que actualmente dirige el PSOE. En la segunda legislatura Zapatero no ha conseguido la mayoría absoluta, pero Aznar sí la consiguió. Y eso moralmente les hunde. La obsesión de Caldera, Blanco, Zapatero y demás con José María Aznar es enfermiza. Y en cuatro años de gobierno no han conseguido igualarle, Aznar gustó más que ellos. Eso les revienta.