jueves, 10 de abril de 2008

Érase una nariz superlativa (que se mete en todo)

Oersted, Maxwell, Hertz... abrieron camino en el campo del electromagnetismo y de las ondas electromagnéticas. Popov, Tesla, Marconi... avanzaron en la invención de la radio. Este último fue el que obtuvo la primera patente relacionada con la radio y montó la primera estación emisora. Muchos otros nombres avanzaron en esa línea hasta llegar a la primera emisora de radio moderna la KDKA americana. ¿Tuvo alguna participación el Gobierno Vasco en este proceso? La mayoría de autores cree que no.

Actualmente tenemos cientos, miles de emisoras en el mundo. Y son rentables. A la gente le gusta mucho oir la radio. En el coche, en el autobús, al cocinar, al irse a la cama, mientras estudia o lo intenta, al dar un paseo... Las emisoras son rentables, millones de españoles oyen la radio cada día.

Lo que me pregunto es a santo de qué los gobiernos meten sus gigantescas narices en ese intercambio entre emisoras y oyentes. ¿Cómo y con qué motivo se han apropiado de la potestad para decidir quién puede emitir y quién no puede? Si los gobernantes se hacen con el poder de decidir si este o el otro pueden emitir estamos acercándonos a un régimen dictatorial ya que tienen los resortes para cerrar aquellas bocas que digan lo que el Gobierno de turno no quiere que se escuche. ¿Qué pasa en la sociedad para que aceptemos como normal que un pequeño grupo controle lo que nos podemos decir entre nosotros?, ¿por qué se ve como normal que la oligarquía que gobierna decida en prácticamente todos los ámbitos de la vida?, ¿es esto que llamamos democracia un régimen totalitario encubierto?, ¿es la dictadura 2.0?

Evidentemente esto pasa con muchas cosas que no son las licencias de radio pero me he centrado en este tema al oir las nuevas intenciones del Gobierno Vasco. Se prepara un decreto según el cual las emisoras deberán tener al menos un 20 % de la programación en vascuence (decir "euskera" es como decir que hablo "english"). Como ellos deciden quien tiene licencia pues habrá que acatarlo. Pero no es normal que el gobierno imponga cuotas en algo que sólo incumbe a la relación emisora-oyente. No tienen derecho aunque sea la ley.

Hay radios que emiten el 100 % en vascuence. Nadie les obliga a emitir en español. Pero si se emite el 90 % en castellano aparece el Gobierno Vasco a imponer. El que quiere escuchar una radio en vasco puede hacerlo todo el día, el que quiere lo mismo en español no puede. Me repugna ver como algunos gobiernos autonómicos gastan recursos en tratar de cambiar el idioma que habla la gente. Es asqueroso ver que gastan el dinero de las personas, el que pagan en impuestos, en intentar cambiar sus costumbres. Es repugnante, ilógico y deseperante.