Chuck Lasker lleva meses trabajando como voluntario en la campaña de Barack Obama. Por fin, el primer fin de semana de Octubre le llamó un miembro del equipo de campaña del candidato a Presidente de los EE.UU. y le dijo que podría ir a un mitin de Obama en Indianapolis con entradas VIP. Chuck, fue con su hijo y con la novia de este. Cuando llegaron al Pepsi Coliseum pronto se dio cuenta de que el lugar se iba a llenar.
Con sus entradas especiales fueron dirigidos a una puerta especial. Cuando llegaron a su sitio se encontraron con esto:
Estaban situados en una zona llena de barro, directamente bajo la lluvia, lejísimos de el escenario, con una vista difícil de empeorar y con una potente luz que les daba directamente en los ojos si querían mirar al senador.
