Leo en la página web de EL PAÍS que la OIEA (Organismo Internacional de la Energía Atómica) de la ONU confirma que "Irán tiene 3.000 centrifugadoras para el enriquecimiento de uranio funcionando, pese a que la ONU instó a las autoridades iraníes a detener su programa de enriquecimiento de uranio". Además el informe dice que "no puede asegurar que Irán no tenga un programa nuclear secreto de carácter militar, dado que sigue denegando el acceso de los inspectores a otras instalaciones que no sean las que reconoce oficialmente".
¿Hay alguien en el mundo que necesite más pruebas de que las resoluciones y sanciones de la ONU no valen absolutamente para nada? No lo podría creer.
A esto hay que añadir que China y Rusia se oponen a nuevas sanciones, respaldando las pretensiones del régimen iraní.
De esta noticia quiero hacer tres comentarios:
1.- Tenemos una organización gigantesca (la ONU) que gasta y gasta dinero de los ciudadanos del mundo y cuya eficacia es nula, si no negativa. Recordemos que en el planeta hay mucha gente que necesita para comer el dinero que ellos dilapidan. Y lo peor es que se muestran al mundo como los defensores del orden y la paz. Y como los salvadores de los pobres.
2.- Irán se está armando ante la pasividad del mundo. El presidente de esa nación amenaza cada día con borrar a Israel del mapa. Es evidente que nadie va a hacer nada. ¿Debe Israel esperar de brazos cruzados al previsible ataque? Yo esperaría que mi gobierno actuará en mi defensa antes, es su deber.
3.- En el caso de que Irán utilice esas armas atómicas, ¿pedirá alguien responsabilidades a China y Rusia por facilitarles el acceso a ese armamento?
viernes, 16 de noviembre de 2007
Irán y la ONU
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