He visto esta noche una entrevista a Manuel Pizarro en el programa El gato al agua de Intereconomía Televisión. Me he quedado gratamente sorprendido.
Nunca había visto a un político actuar de la forma en que el señor Pizarro lo hace, aunque bien pensado es lógico, él no es un político, al menos de momento. Cuando me he dado cuenta de que me estaba quedando sorprendido por su actitud he pensado en lo acostumbrados que estamos a que los políticos se comporten de manera extraña, nos parece lo normal. Y en el momento en el que uno de ellos habla como una persona, choca con nuestros esquemas.
Esa actitud tan chocante se resume en tres puntos. Primero, Manuel Pizarro no evita ningún tema. Salga el asunto que salga, da su opinión. Esto los políticos al uso no pueden hacerlo porque su ignorancia no les dota de opiniones sobre gran cantidad de materias. En segundo lugar, el señor Pizarro contesta cuando le preguntan y a lo que le preguntan. Al escuchar la cuestión no balbucea un rato para empezar a desviar la conversación con frases huecas y terminar sin responder o contestando a otra cosa. Y por último, cuando habla dice algo, parece una perogrullada pero sabemos que no lo es. Se expresa de manera normal, explica su punto de vista utilizando lenguaje sencillo y directo. Si tiene que referirse a sí mismo dice "yo", no como Gallardón y otros personajes similares que creen que la primera persona del singular es "el que les habla".
Manuel Pizarro domina tres materias de gran importancia: el Derecho, la Economía y la Energía. Lo ha demostrado en la entrevista. No en vano, además de presidir Endesa, es abogado del Estado, fue Agente de Cambio y Bolsa y Vicepresidente de la Bolsa de Madrid, fue presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorro (CECA), dirige la Cátedra de Royo Villanova de Derecho Administrativo y es profesor de Derecho Público, es Académico de Número de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación, Académico de Número de la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras, Académico de Número de la Academia Aragonesa de Jurisprudencia y Legislación y Director de la Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País.
Si Rajoy hubiera colocado en las listas para el Congreso a Gallardón y a Pizarro, es más que probable que éste último se hubiera comido al alcalde de Madrid. Frente al vacío de las palabras de don Alberto, la claridad del turolense habría brillado con más fuerza si cabe.
Veremos si la falta de experiencia política le juega una mala pasada al turolense o es una baza a su favor. Aunque me temo que no ha considerado un inconveniente, si llega al Congreso se va a aburrir mucho porque un hombre de su cultura va a tener difícil que alguno de nuestros diputados le pueda dar conversación.
jueves, 24 de enero de 2008
Manuel Pizarro
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)